EXTRAÍDO DE LA MENTE DE LAS CÉLULAS 

Este texto es una breve porción del libro mencionado que a su vez es una breve introducción a la formidable agenda de Madre con sus 13 tomos.
Madre fue la visionaria compañera espiritual del también visionario Sri Aurobindo. Juntos vislumbraron hacia donde se dirige la especie humana, esta transformación que algunos llaman la ascensión, el despertar de conciencia –ellos lo llamaron conciencia supramental–.

Madre, durante sus últimos 25 años (se fue en 1973) hizo el experimento de zambullirse y vivenciar en su propio cuerpo de qué se trata esta nueva especie. Ella supo que esta transformación no es espiritual sino física, y por lo tanto se opera en las células. 
Su experimento fue dictado a Satprem, su ‘escriba’, día a día y conforma la Agenda.

y ahora estos párrafos sustanciosos.

LAS CAPAS MENTALES 
pag. 69

«El descenso al cuerpo para llegar a percibir la célula... para experimentar la célula hay que atravesar primero todo lo que la recubre, capas y capas opacas. La primera es la capa intelectual –es donde vivimos normalmente– . Es evidente que todas las filosofías, las religiones, las ideas no tienen nada que ver con el cuerpo. Esa capa aparentemente no es nada, es como el aire que respiramos pero es un enorme barullo. Es necesario que todo eso se calle. El silencio mental es lo primero.

Cuando esa capa esta un poco clarificada veremos surgir una segunda capa que se hace patente cuando no está embellecida por el alboroto superior de las ideas y de las noblezas filosóficas o humanitarias: es la capa de la mente emotiva. Es algo ya más pegajoso, que tampoco tienen nada que ver con el cuerpo. Segunda operación: la pacificación de la mente emotiva. Esto ya es más complicado.

Cuando esa capa esté un poco clarificada y apaciguada surgirá una tercera capa que hasta entonces estará mezclada con las dos capas superiores: la  capa sensorial, la que gobierna nuestras reacciones.  Allí hay toda una serie de 'pantanos con sus alimañas'. Aún no estamos en el cuerpo pero nos acercamos. Todas esas sensaciones de fatiga, de sueño, de atracción, de agresión, de contracción y relajación, allí todo hormiguea. Y nos damos cuenta que todo eso está dictado por los hábitos, el medio, la educación, todo un barullo que no tiene nada que ver con el cuerpo y que está como adherido a él...

...Hasta que se comprenda que todos los cuerpos son tu cuerpo…. En cuanto hay una reacción de ‘yo’ en el cuerpo se levanta la pared al instante, esa ha sido toda la historia evolutiva desde que un primer ser unicelular tejió su membrana protectora...

¿Cómo hay que ser para ser la próxima especie? ¿Qué es lo importante para la próxima especie? Lo sabremos cuando lleguemos. Las vértebras del cóccix son un residuo sin importancia de un órgano que era muy importante para los monos.

... Son todas las cosas que consideramos sin importancia, es toda esa masa de cosas la que impide la transformación física y puesto que son cosas pequeñísimas se considera que no requieren especial cuidado, por eso son los peores obstáculos. Me estoy refiriendo a personas esclarecidas, que viven en la verdad, que tienen la aspiración y que se preguntan por qué si tienen la aspiración tienen unos resultados tan pobres. Ahora lo se. Esos pobres resultados son porque no se da suficiente importancia a esas pequeñísimas cosas que pertenecen al mecanismo subconsciente y que hacen que en el pensamiento seas libre, en el sentimiento seas libre, incluso seas libre también en el impulso y que físicamente seas un esclavo. Hay que deshacer todo eso. Deshacer y deshacer. No es más que un mecanismo del hábito, pero se agarra, se pega. Podríamos llamar a nuestro mundo el mundo de los malos hábitos… Pertenecer a la vieja estupidez…

… La muerte, el alimento y el dinero… esta  nueva conciencia mía tiene la impresión de que esas son las tres únicas cosas más ‘formidables’ en la vida humana, que la vida humana gira alrededor de esas tres cosas: comer, tener dinero y morir. para la conciencia eso es el resultado de un estado totalmente transitorio y que no corresponde a algo muy profundo ni permanente. Entonces esta conciencia le enseña al cuerpo a existir de otra manera.

Incluso todos esos momentos que se pueden tener en la vida, una escapada a la conciencia inmortal, el contacto con una verdad, todas esas experiencias están muy bien, son muy agradables pero no son eso, el verdadero sentido de la vida…


Estamos justo al borde de la vida humana, ante ‘algo’ que no existe en el animal y que ha causado toda la complicación de la vida humana, todo su no-saber, su dolor, su separación, sus enfermedades, toda esa ‘desgracia’ que a fin de cuentas es nuestro verdadero poder para salir de ahí porque nos ha obligado a llegar hasta el fondo para encontrar la clave. Es la barrera y al mismo tiempo el paso hacia un descubrimiento más radical todavía, una capa más profunda: la mente celular que contiene el poder de deshacer, no sólo nuestros viejos hábitos de desgracia, sino de deshacer también el hábito típico de cada especie y finalmente el viejo hábito de morir. »

... y luego está la capa de:

LA MENTE FÍSICA

«Esta mente física rige el más mínimo de nuestros gestos, sólo que no lo percibimos. Y si lo percibimos lo ahogamos debajo del barullo de nuestros nobles pensamientos, de nuestras noblezas superiores que acaban hundiéndose por no haber tenido en cuenta a este microscópico energúmeno. El mayor descubrimiento es descubrir el impedimento.

Si cada especie hubiera sabido lo que impedía la próxima especie, enseguida hubiera logrado trastocar todos sus valores y encontrado el paso. Para eso hay que sentirse incómodo en la propia especie. Hay que comenzar a sofocarse un poco, tal es nuestro privilegio entre todos los animalitos que con tanto agrado dan vueltas y más vueltas en su pecera. Si unos pocos peces no hubieran empezado a asfixiarse en sus pantanos resecos, no habrían inventado la respiración pulmonar, ni transformado sus aletas natatorias en patas par hacerse anfibios…

… Esta mente física es precisamente la que nos sofoca implacablemente, insidiosamente. Es nuestra jaula. Es la pared misma de nuestra pecera humana. No tenemos ninguna necesidad de mutaciones extraordinarias para salir de nuestra pecera: necesitamos sofocarnos lo suficiente como para encontrar el medio. Quizás nuestra especie está llegando precisamente al tiempo del sofoco.

Por lo menos la parte superior de esta mente física es la que repite hasta la saciedad microscópicos pensamientos materiales, como un viejo que habla solo. El disco rayado. Y lo repite todo: el menor gesto, el menor trozo de una frase, el tropezón en la escalera y se acuerda de ello veinte años después, con la máxima exactitud.

Es infinitesimal, como la punta de un alfiler, se introduce en cualquier rincón de materia y traza su surco, repitiéndolo a perpetuidad. Estamos surcados de arriba abajo y hasta en el más mínimo nervio por esa mecánica, hasta en nuestras células. Estamos cubiertos y tejidos por esta mente física. Es la que todo lo fija; sin ella nos olvidaríamos quizás de que somos una especie uncida para siempre a esta forma material y a la muerte, pues ese es precisamente su labor: sujetarnos a la materia.

Su segunda cualidad, que conocemos un poco en sus partes superiores y visibles es el miedo. Le tiene miedo a todo: ‘cuidado no te pusiste la bufanda te vas a resfriar’ ‘cuidado vas demasiado rápido, puedes tropezar’ ‘cuidado, no puedes hacer eso porque…’ no-puedes no-puedes no-puedes… es una mente llena de no-puedes. Incluso si pudieras no te dejaría poder y por eso no podemos.

Resumiendo, es ella la que vigila los límites de la pecera. Es la guardiana de la prisión. ‘además el medico dijo… el profesor dijo… el diccionario dice, el biólogo dice… todo el mundo lo dice. Su lógica nos lleva derecho al nido deseado: la muerte. Todo tiende ahí no a la conservación de la especie sino a la conservación de la muerte. »

y sigue...

LA ILUMINACIÓN ES INSPIRACIÓN Y VICEVERSA


El estado de inspiración es una iluminación de la mente, cuando la mente se sosiega y deja lugar para que la Mente Cósmica venga a  nos con su imaginario universal. Así los artistas, los científicos, los visionarios, los místico, los magos, los organizadores y regentes del mundo, pueden ser recipiente de algo espléndido, nuevo, original, constructivo; algo que en realidad es adecuado al momento y proviene del útero de la Gran Madre Misterio. Otra forma de llamar a la Fuente.

Procurar este estado de inspiración tendría que ser el núcleo de la escuela primaria, secundaria, universitaria y de todas las academias de arte, en todos sus niveles. Además de los gabinetes ministeriales, corporaciones, oficinas, fábricas, hospitales, etcétera.

La aplicación de la inspiración nos llevaría a crear. Nos permitiría ser quienes somos en realidad. Las criaturas creativas que somos absolutamente todos y todas.

Crear, algo que tendría que ser la materia cotidiana en las escuelas, en las oficinas y en las casas es algo que poco a poco se declina. La sociopolítica actual no fomenta ni desea un colectivo creativo. Más bien requiere de una masa embotada, dócil y más bien resignada que medianamente contenta.
Basta ver los manuales escolares o asistir a alguna clase en cualquier universidad del planeta.
Incluso en las escuelas de Bellas Artes. El lugar donde se podría esperar un desarrollo de la creatividad, hay un nivel bastante raso y no existen prácticas para abrirse a la inspiración. Prácticas que por ejemplo incluyan la meditación,  ya que la meditación es la puerta de la inspiración.

Prácticas que en algunos seminarios de Osho se realizaban. Despertaban la creatividad hacia no solo límites insospechados sino que era algo medicinal. Era un arte curativo. Tal como lo practicaban los aborígenes. Hace poco leí sobre las danzas bosquimanas. Que no solo eran arte colectivo, ya que participaba toda la tribu, sino una forma de sanar.  Sus danzas duraban varios días. En los cuales se Exorcizaban enfermedades, desequilibrios del grupo y demonios.

Hace poco tuve una experiencia con niños en mi pueblo de Bella Vista. Durante dos semanas di unos talleres de vacaciones de invierno. Algunos niños trajeron para mostrarme lo que hacían en la escuela. Y pude comprobar que todavía hay muchos maestros que los incitan a copiar. O a copiar lo que ellos hacen.
Algunos de esos niños, los primeros días, reproducían los personajes favoritos de la televisión. O decoraban sus dibujos con banderas (era la época del mundial de futbol).  Una niña de doce años me mostró una tela pintada “hiperrealista”. Sobre un fondo de paño oscuro brillaban inmensas gotas de agua. Algunas gotas las había hecho su maestra, que ella copió diligente.  Esa niña cuando no tenía ningún modelo no se atrevía nunca a dibujar o pintar nada.

Yo misma al frente de esas “clases” sentía mi propia creatividad dormida. El jueves de la primera semana entré en crisis, luego en casa tuve una catarsis y durante la noche durmiendo se transmutó algo muy profundo. Mi creatividad se abrió. A la mañana siguiente noté que brincaban las ideas para proponer a los niños. Casi todas ellas tenían la forma de pinturas con dos fases, una primera fase individual y una segunda fase colectiva; al finalizar se unían las piezas realizadas por cada uno y se hacía una obra conjunta. Luego tomaba una fotografía ya que al terminar el encuentro cada uno se llevaba su parte a casa. Al finalizar el taller de vacaciones los niños recibieron una copia de la fotografía. La experiencia me mostró un sendero, posibilidades, conjuntamente con los niños que fueron mis maestros. Todos pudimos aprender algo nuevo.

Cuando se trata de creatividad hay algo muy gozoso. No solamente sanador, ya que además es placentero. La creatividad nos ha sido dada como uno de los más exquisitos dones. Esa fuerza vital que es la misma que crea bebés, obras de arte, soluciones, artefactos, redes de comunicación o formas para interrelacionar con mayor armonía.

Cuando podemos abrirnos a la creatividad, a la fuerza vital, es como si se ajustara en nosotros un propósito interno. Un designio esencial: ser humanos, ser creativos, ser humanas, ser creativas.

¿CREANDO UN NUEVO SER?

¿Estamos creando un nuevo ser?… no exactamente, estamos comenzando a reconocer el ser que somos, que siempre hemos sido, ese ser luminoso que estaba ensombrecido por el ego. Lo nuevo en nosotros es que comenzamos a despegarnos de eso que no éramos, de ese ego que solo es una pequeña parte y que tiene una función específica pero no es quienes somos. Este tiempo es muy propicio para dar este paso. Es un tiempo tan fuerte que si demoramos, dudamos, nos resistimos en dar el paso recibimos un puntapié divino con la forma que más necesitamos. Aún así a veces continuamos resistiendonos, hasta que la frecuencia de sopapos cósmicos nos hace rendirnos… completamente… y finalmente decimos sí… entonces, en ese instante nuestros pies entran por una avenida de facilidad, de fluidez, de sincronicidades. Puede ser que las situaciones exteriores exigentes permanezcan, pero dentro de nosotros hay un estado de ánimo diferente, una quietud y una plena confianza en la vida que resplandecen. Y este estado permanece en tanto continuamos en el presente.
Hay una frase de Eckhart Tolle que ilumina esto: La vida te da todas las experiencias que te ayudan para la evolución de tu conciencia. ¿Cómo sabes que ésta que estás viviendo es la experiencia que necesitas? Porque es la experiencia que estás teniendo en este momento.
Por eso, es el momento de percibir, como dice Eckhart con su sonrisa de duende: la vida es el bailarín y nosotros somos la danza.

Retiro espiritual con Eckhart Tolle en Assisi, Umbria, octubre 2013


Hemos vivido unos días maravillosos donde la energía vibrante y llena de alegría de Eckhart se ha fundido con la energía de San Franceso y Santa Chiara que todavía pervade la ciudad de Assisi. (Aunque toda la fama se la han dado a Francesco). Eckhart nos leyó pequeñas anécdotas y textos del santo, que practicaba una rendición incondicional a cualquier aspecto de la vida, algo que para much@s es tan difícil de comprender en la práctica. Remarcó una y otra vez que ahora no es necesario pasar por la pobreza o la renuncia de los aspectos placenteros de la materia, como condición para poder ser espirituales así como sucedía en la Edad Media. La mala interpretación de las enseñanzas de Francesco, es crear un ego miserable, pobre, resignado… disolver el ego no significa sufrir sino rendición. Y rendición es sencillamente reconocer lo que es.
Cuando estás en presencia de Eckhart puedes percibir que ha trascendido toda identificación con el pensamiento o con la identidad del maestro espiritual, o del autor-filósofo vendedor de best sellers.
Cuando nos enseñaba, era la Conciencia la que se manifestaba y hablaba a través suyo. Se sentía una comprensión viva, directa, que permitía internalizarla, produciendo despertares de conciencia en nosotros.
Todo alternábamos las enseñanzas, que se realizaban en la sala del Teatro de la Citadella con paseos por las preciosas iglesias y capillas, visitando los lugares de más alta vibración o los bosques que rodean de la ciudad. Recorrer las calles de Assisi y hablar con sus habitantes fue otra de las prácticas que pudo hacernos tastar la dimensión espiritual que hay en la ciudad; como si después de 8 siglos la luz de Francesco y Chiara perdurara. Uno de los lugares que me conmovió fue el antiguo templo a Minerva, diosa romana de la sabiduría. Indudablemente uno de los puntos de energía de Assisi, ya que en la época romana –igual que hoy– era el corazón de la ciudad. En 1509, el papa decidió dedicar el templo a la Madonna, la reina de la sabiduría cristiana y el templo pasó a llamarse Santa María sobre Minerva. Se llame María o se llame Minerva, la Conciencia Sabiduría es la misma.
Para poder practicar la presencia en cualquier momento, hay una meditación guiada: en youtube "Eckhart Tolle" Gives "Guided Meditation".





Las Lecciones del Curso de Milagros

En el curso de la vida, aplicar las lecciones del Curso de Milagros nos permite ir viendo la realidad.

Llevo casi tres semanas haciendo por primera vez (aunque hace 20 años que tengo el libro y lo leo de vez en cuando)las lecciones del Curso. Son 365 lecciones, una para cada día del año. Hoy quería compartir la lección 21 que nos recuerda que «… una leve punzada de molestia no es otra cosa que un velo que cubre una intensa furia». A medida que vamos despertando, a medida que nuestra atención se vuelve más viva podemos ir dándonos cuenta de esto. Consideramos que algunos pensamientos de ira son insignificantes mientras que otros consideramos justificados. El Curso dice «Recuerda que no reconoces realmente qué es lo que suscita ira en ti y nada de lo que puedas creer al respecto tiene significado alguno».… probablemente creemos que ciertas situaciones o ciertas personas nos producen más ira que otras, o nos resulta más obvio. «Esto no es cierto, solo es un ejemplo de la creencia de que ciertas formas de ataque están más justificadas que otras».

Recomiendo practicar las lecciones del Curso a todas aquellas personas que están deseando cambiar y cuyo cambio tiene irremediablemente que pasar por el perdón. No puedo imaginar a ningún ser humano que no tenga que pasar por el perdón… y siempre que mencionamos el perdón –que es la base de la paz– tenemos que aceptar que el primer perdón es a nosotr@s mism@s.  

Comunicarse con los animales


Tenía pocos años cuando conocí a San Francesco d’Assisi y su capacidad para comunicarse con los animales. Desde entonces supe que era posible hablar con ellos y poco a poco fui teniendo diversas experiencias. Para acercarse a los animales es necesario un estado de presencia alto. Ellos te sienten. Luego puedes cantarle a las lagartijas que comienzan a mirarte a los ojos o mugir a las vacas que se acercan curiosas, sobretodo porque para ellas no es normal que un humano se acerque a hablarles. Recuerdo al perro Tito, de Antonio Moreira, que una vez, que yo estaba en un estado mental alterado y hablaba desaforadamente, él paso a mi lado y me tocó de una forma vigorosa con su flanco. Sentí que una inteligencia firme me decía «calma!». Cosa que me ayudó a «despertarme». A partir de allí tuve una relación muy divertida con Tito porque a él le gustaba escaparse por el barrio gótico de Barcelona, irse a callejear… yo le gritaba «¡Tito estate atento porque la calle es peligrosa!». Y él sin parar de correr se giraba y me miraba.
En los años locos, una vez regresaba de la discoteca a las 4 de la mañana y al pasar por el viejo mercado del Borne se me ocurrió maullar. (He aprendido a maullar bastante bien)… de debajo de un coche aparcado se asomó un gatito y me dijo hoooola… maullando con el mismo tono. Entonces supe que de casualidad había dicho «hola» en lengua gato.
Cuando vivía en «la oficina», que se llamaba así porque tenía el váter en un cubículo en la escalera. Estaba a punto de pasar la fregona, (finales de los 80s) y en un ángulo del zócalo había una araña de patas larguísimas. Me habían explicado que con los pequeños animales o con los insectos, hormigas, cucarachas, etc. se les habla telepáticamente. No quería matarla y no quería no fregar ese ángulo así que le expliqué con el pensamiento «por favor, muévete hacia lo alto pues mi fregona es radical, desenfrenada y muy peligrosa». A la primera no supe hacerlo bien y tuve que repetirlo 3 veces, a la tercera la araña comenzó a subir subir subir y se instaló en el techo. Hace un tiempo, en Cadaqués fui con mi querida amiga Ana Momo a visitar a su amiga inglesa. Ana me contó que le habían operado el cerebro. Luego vi al gato de la casa que curiosamente tenía un orificio en la cabeza. La amiga inglesa me explicó que el gato hacía un tiempo había manifestado «eso»; muchas veces nuestros animales (y tambien nuestros hijos) manifiestan en su cuerpo las enfermedades de los de la casa. A veces es su forma de hacer medicina, de ayudarnos a curarnos. Entonces le pregunté al gato, delante de la amiga inglesa y de Ana si estaba ayudando a curar a su ama. Fue muy significativo cuando el gato giró la cabeza y afirmó diciendo «miau» ¡sí!. Recuerdo que al día siguiente otro gato de Cadaqués, (a quien ya se le había comunicado la historia; los animales se trasmiten al instante todas las noticias) me saludó.
También llamo a San Francesco d’Assisi cada vez que necesito su asistencia para evacuar algún insecto indeseable.
O ellos se van o puedo cazarlos y llevarlos afuera. Cuando vinieron de visita mi sobrino Joaki y su compañera Vicky. Cuando les daba su regalo de casamiento: un dibujo original de Spinetta, en mi carpeta de cuadros de los amig@s, había un escorpión. Aunque se hizo el muerto estaba vivísimo y San Francesco colaboró guiándome,
–como siempre hace–, para poder cazarlo y darle buen viaje… le hice una foto mientras luchaba contra las paredes del vaso de vidrio adonde lo había atrapado pero salieron un poco fuera de foco. San Francesco d’Assisi también me ayuda siempre que tengo algún encuentro con un perro rudo, o entrenado para atacar.
Cuando voy por la calle, generalmente, los gatos y yo nos saludamos.
El gato volpe, que ilustra con su foto “animales del 29 de agosto” (Facebook, página: Calendario para amantes de la vida), estaba sentado en el techo del coche azul mirando para el otro lado y le pedí simplemente si podía girarse para hacerle una foto; el se dio la vuelta y miró a la cámara. Con esa expresión preciosa que se ve en su cara.
Una de las experiencias más hermosas que tuve con animales fue hace un par de décadas en Alpens, ese sitio mágico en el corazón de la Cataluña del norte. Estábamos en una masía al día siguiente de una fiesta particularmente mágica. Afuera, en un costado de la casa había una pica de piedra adosada a pared. Dentro estaba llena de agua y observamos que habían varias ranas diminutas; medían 1 cm o poco más. Todos estábamos muy presentes (y muy mágicos) y decidimos jugar con las miniranas. Les propusimos un juego de salto libre. Simplemente dijimos «A ver cual de ustedes salta mejor». Alargamos una vara y la hundimos en el agua, una ranita se agarró a la vara, entonces la sacamos del agua y dirigimos la vara con ella, que se aferraba con fuerza, hacia una saliente de la pared, justo encima de la pica. La rana se soltó de la vara, se sentó, nos miró, y dando un saltito se zambulló en el agua. Luego volvimos a hundir la vara en el agua y otra ranita se agarró firme con las manos delanteras, la sacamos, la subimos a la piedra saliente, e igual que su compañera, se desprendió, se sentó un instante y se lanzó de cabeza al agua. Y así estuvimos largo rato jugando con ellas.
Nuestro querido maestro de inmortalidad física, Dave Breathe, allá por los 90 nos dijo una vez que nuestros animales domésticos se acercan a hablar con nosotros pero no nos damos cuenta y no les contestamos. Entonces ellos piensan «Quelevamosahacer, los humanos no se enteran». Y nos tienen una tierna paciencia porque saben que ignoramos muchas cosas que ellos saben.
Una noche, con el Indio, Mita y Jaime en Mirasol, era muy tarde y estábamos sentados en el suelo, tranquilos, con la mente serena. Casi no hablábamos. Las ventanas estaban abiertas y pudimos escuchar un coro de pájaros… era sublime, vital, lleno de alegría. Cuando los pájaros se callaron los cuatro sentimos un deseo de unirnos y empezamos a cantar una música similar; cuando finalizamos los pájaros comenzaron a cantar de nuevo. Y cuando ellos finalizaron recomenzamos nosotros. Alternadamente cantábamos una estrofa ellos, una estrofa nosotros, una estrofa ellos y así. Estuvimos muchísimo rato ofreciendo al universo nuestro concierto.
Como rúbrica me gustaría contarles una historia antigua de un practicante zen que quería comprobar si su samadhi estaba realizado. A su aldea venía todas las noches un grupo de lobos que buscaba comida. Habían atacado a algunas personas.
Él decidió pasar toda una noche meditando sentado en una piedra en el cementerio del pueblo. En el corazón de la noche se acercaron los lobos. Permaneció meditando y sintió que los lobos le olfateaban el cuello. Atento, inmutable, el practicante zen escuchó como los lobos siguieron su camino sin tocarlo siquiera.


Júpiter entra en Cáncer
El 26 de junio Júpiter entra en Cáncer: este planeta nos conecta con una frecuencia de gozoso agradecimiento. Júpiter hace su entrada en conjunción con el Sol y formando un trígono de Agua con Neptuno y Saturno. Podemos aprontarnos para entrar aún más profundamente dentro del sentir emocional sin volvernos a apegar al fardo del pasado. Observarlo sin identificarnos –como quien observa una película– permite trasmutarlo! Eckhart Tolle nos dice al respecto: «Cuando niegas el sufrimiento emocional tus acciones, tus pensamientos y tus relaciones se contaminan. Emanas energía negativa y los demás la absorben subliminalmente». Se trata pues de sentir y de acoger esas emociones que se mueven dentro nuestro. Con infinita compasión.
Si estamos dispuestos gozaremos de una renovada creatividad.
Cáncer representa el hogar pero también el cuerpo que es el hogar físico de nuestro ser y adonde muchos de nosotros todavía no hemos encarnado en su totalidad. Sabemos que nos hemos encarnado en el cuerpo –y en la Tierra– cuando nos sentimos cómodos dentro del cuerpo (como los animales), vivimos aquí y ahora y a nivel práctico fluimos con el dinero, que es el símbolo más claro de convivencia con la materia encarnada. 



Júpiter es el aprendizaje que conduce a la sabiduría. Su energía es expansiva. Desde Cáncer favorecerá la necesidad de nutrirnos con elementos nobles y de alta frecuencia. En su aspecto práctico posibilitará leyes para proteger la Tierra, las ciudades, la educación y la seguridad de las personas. La figura de Agua que forman los planetas puede propiciar la expansión de los sentimientos colectivos acerca de la nutrición de todas las personas en nuestro rico planeta, todavía mal organizado. Podría nacer una conciencia, una toma de responsabilidad y leyes más justas para preservar los alimentos y un aislamiento de los productos transgénicos. Una conciencia que permita leyes activas para la defensa de la selva amazónica, y que respeten la vida de los animales. Así como una expansión de los valores de lo femenino –en hombres y mujeres– pero sobretodo en la forma interna de la sociedad. Esto facilitaría el desmantelamiento de la conciencia dominada por el ego, que se refleja en la cultura en la economía y en el descuido y destrucción de la Madre Tierra.

MOMENTO PRESENTE

La compulsión es un estado. Cuando somos compulsivos, no solo comemos compulsivamente, también trabajamos así y compramos así, etc.
He observado en mi como trabajo compulsivamente, por ejemplo investigo, acumulo material no solo en gran cantidad, sino que parecería que el objetivo es llenar, acumular, siempre tiene que ser "mucho". He comenzado a observarme cuando lo hago, es como un frenesí. No puedo parar. 
Luego no tengo tiempo de digerirlo... obviamente: Sí, por supuesto que algunas cosas me sirven pero me pregunto, esta forma de trabajar sirve a la conciencia? a mi propósito de despertar? Cuando hago mi trabajo creativo, compulsivamente, estoy sirviendo a mi propósito de despertar... estoy Presente!
o cumple al propósito de encandilar el ego, que está siempre deseando pescar cosas nuevas, cosas interesantes para distraerse...
Antes era totalmente inconsciente de esta forma compulsiva. Pensaba que solo ocurría al comer. Ahora he comenzado a observar que se manifiesta en todas las actividades, porque es un estado del ego, un estado de inconsciencia. El hecho de observar ya es conciencia! Y la conciencia comienza a llenar de luz.
Quería compartir esto... un saludo de los primeros días de junio, bajo el aura del pasaje de Venus unido al Sol.

Momento presente


Estos días me llegan mensajes políticos, mensajes indignados o propuestas de hacer un referendum mundial… o de implementar nuevas fuentes energías.
Pocos parecen entender que lo que le sucede a la humanidad no es un error ni una equivocación sino sencillamente que ha llegado la hora de superar el nivel evolutivo del ego, para que la humanidad pueda comenzar a vivir en lugar de sobrevivir... para que el miedo (que es la base de sustentación del ego) se transforme en el poder del ser... del ser consciente que todavía no somos... pero... en lo que nos estamos transformando.
Cuando no vemos este sutil núcleo de la existencia, y seguimos creando y trabajando desde el ego, incluido los egos espirituales, es difícil que podamos ver un nuevo resultado que no sea el mismo. Lo que hacemos en realidad es recrear o reformar… pero no hacemos nada nuevo.
Esto es lo que nos enseñaron todas las revoluciones humanas.
Lo mismo sucede con los movimientos de nueva era: si continuamos creando y relacionándonos en el nivel evolutivo del ego todo lo que podemos proponer es un mero sueño... o una repetición.
Creo que la transformación, que sin duda estamos haciendo todos, en mayor o menor grado invisible o visible... es avanzar de la conciencia del ego a la conciencia despierta.
Estar presentes, nada más ni nada menos... pero no se trata de vivir en ese estado durante una hora al día cuando meditamos o durante un fin de semana mientras hacemos un hermoso seminario. Sino de ser capaces de mantener ese estado de conciencia cuando comemos, cuando hacemos cola en el banco, cuando lavamos el coche, cuando charlamos con el vecino, cuando nos duele la cabeza, cuando le explicamos a nuestro hijo que este mes ya le hemos dado suficiente dinero, cuando salimos con los amigos a cenar o cuando nos miramos al espejo, antes de juzgar lo que vemos.
Mantener el estado de conciencia despierta solo requiere práctica… solo requiere acordarse… y es una cuestión de tiempo que muchos de nosotros podamos mantener ese estado de conciencia durante la vida cotidiana. Ahora, a mi por ejemplo, me ocurre algunos segundos al día… a veces viene espontáneamente un flash de conciencia despierta que dura unos instantes… a veces pasan semanas en las cuales estoy totalmente inconsciente. A veces, solo soy plenamente consciente de que no estoy consciente… (y ya es un principio de conciencia). Más o menos veo a mi círculo de amigos en ese nivel, algunos incluso más dormidos todavía a pesar de todas las técnicas que practican. 
Por eso me gusta recordar: el ego no sobrevive en el presente!.